LA FIEBRE DEL ORO – 1 DÍA
Arroyo Klondike y Ñorquin-co son dos propuesta que te ofrecemos hacer para conocer cómo fue la aventura de buscar oro en arroyos de esta región, allá por los comienzos del siglo XX. Te invitamos a convertirte en conocedor de la vida del minero, sus implementos de trabajo y cómo su presencia marcó la vida y rumbo de los parajes de la comarca.
LA FIEBRE DEL ORO
A principios del siglo XX y por unos cuarenta años la explotación artesanal de auríferos fue una actividad importante en nuestra zona. El comienzo de esta "fiebre del oro" local estuvo ligada a la llegada de inmigrantes que conocían la actividad en sus países de origen.
Buscadores famosos como los norteamericanos Sheffield, Williams, los bandoleros Cassidy y Kid o el chileno Riquelme dieron vida a esta actividad en arroyos como Klondike, Buenos Aires Chico, Las Minas y tantos más. Gracias a ellos podemos conocer las reglas de oro de un buen buscador de pepitas. También, disfrutar del paisaje y del remanso que este arroyo hace en La Grutita. Para los más deportistas puede también ser atractivo subir desde allí hasta la cima del cerro o seguir más allá de la tranquera sobre el camino y acercarse al Cañadón de los Maitenes y a la cascada de la Vida.
Ñorquin-co es la puerta de entreda a la Línea Sur de la Provincia de Río Negro. Fue nodo importantísimo de caravanas de troperos; durante los años de circulación del ferrocarril, vio mejores épocas con la actividad ganadera y lanar. Pero fueron los buscadores de oro quienes le dieron la impronta legendaria a esta localidad de la meseta patagónica.
Los mineros no se caracterizaban por ser ahorrativos, sino precisamente todo lo contrario. Los sábados eran los días de levante del oro acumulado en la canoa durante la semana de trabajo, y también gastarlo en el pueblo en bebidas y señoras. El comercio se hacía en oro, por lo que almacenes, bares y hasta el dentista disponían de balanzas que aseguramos no eran muy precisas.